Fragmentos (17/10/2014)

Vete al silencio
Donde mi indiferencia pueda romperte
Para que tu corazón y el mio
Finalmente se conecten
Asi que sea tu exilio
El que le de el si
A nuestro amor hiriente

XXII

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Playlist para escribir: Semana 0

A lo largo de la semana he estado desarrollando lo que serán mis próximos dos proyectos : "Coleccionista de vidas" (Que narra la historia de Karelia) y "Diez años después" (La tormentosa historia entre Mariana y Carlos) El proceso para escribir es muchas veces tedioso y aburrido, así que decidí alegrarlo con un poco de música ad hoc para cada historia; con el gusto de siempre comparto ambos playlist con ustedes, ambas en Grooveshark, así las escuchan sin problema. Coleccionista de vida s : http://grooveshark.com/playlist/Coleccionista+De+Vidas/92356443 10 Años Después: http://grooveshark.com/playlist/10+A+os+Despues/92356654 Enjoy!! RDX

Sobre Karelia

Texto del 08/06/2014 Recuerdo bien que su historia empezo como un pequeño cuento sobre coleccionar la felicidad ajena, era 2011 y yo apenas me estaba recuperando de los estragos que Clara habia causado en mi, no tenia nada ni nadie sobre quien escribir, estaba desdichado y con ganas de no hacer mas historias; sin embargo, la historia de Karelia llegó a mi de golpe, sin esperar que fuera a conmoverme tanto y a llevarme al punto de que ahora trabajo en una historia exclusivamente sobre ella que sera quiza mi trabajo literario mas ambicioso de todos. Pero, creo que todos nos quedamos con una interrogante muy grande ¿Quien es Karelia? Bueno, Karelia, primero que nada, es una persona real, de carne y hueso que se ha escondido entre mis historias desde aquel lejano otoño de 2010 que la conoci, es un personal aparentemente normal, es joven y alegre, estudia, trabaja y tiene una familia; no obstante ella esconde algo mas alla de lo normal, carisma, sensibilidad, inteligencia, deseos, sus

Un caramelo

Bueno fuera que olvidarte fuera sencillo. Sencillo no será nunca de olvidar tu manera de morder tu labio inferior con ensayada falta de inocencia, ese movimiento cósmico y periódico no puede ser espontaneo, y si lo es, es imposible catalogarlo como tal; hundir mis largos y gruesos dedos entre tu castaña e indómita melena debería ser delito, rehacer cada uno de tus rizos con mis dedos es un placer que no debería serle permitido a los terrestres, mucho menos de la forma tan perezosa en que yo realizo dicha acción. Mirarte a los ojos es el confesionario más duro del mundo, con solo sentir tus pupilas taciturnas fijarse sobre las mías, un frío me recorre la espalda y siento que con solo esa simple mirada de un ojo entreabierto, puedes saber todo lo que mi comportamiento oportunista te esconde. No quisiera hablar ya de tus manos porque son tan ínfimas, tan delicadas que podrían sostener todos mis más grandes problemas y aun así no caer a la fragilidad ni en la derrota, ¡Si pudieras conv

El Club de las Horas Contadas

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