El Club de las Horas Contadas

Pólvora ¿Debería preocuparme? ¿Debería temer por ti? ¿Deberíamos tomar todo esto en serio? ¿Deberíamos estallar ahora? Esto es una guerra sin palabras un frío silencio de navajas puñaladas en la espalda pólvora mojada Yo no tengo porque detener mi marcha No tengo porque termerle a nada Confiar en nadie Yo si puedo sostener la mirada El presente del pasado ha de querer separarnos pues yo aquí espero sentado riendo de su fracaso XVII Ni los veo, ni los oigo

... -¿Porque aun no me has olvidado? - Preguntaba la querida Euridice a su agobiado Orfeo - ¿No ves que ya tus manos destrozadas por esa lira están? -¿Es que acaso tu me olvidaste ya? - Interrogaba Orfeo con visibles lagrimas en sus ojos ante la posible respuesta -No, pero yo soy solo una memoria, un recuerdo de un amor finito - contesto la triste y taciturna Euridice -Mientras esa lira siga dándome la hermosa música que me da, nuestro amor no estará muerto, es una promesa - Replico Orfeo mientras besaba la sombra de su bien amada que ahora yacía con Hades -Mientras esa lira siga dándome hermosa música, ¡Que belleza la inmortalidad del amor!

Alegría en mi corazón Mi razón de sobrellevar los sábados de terminar un shift con manos sangrantes ahora el cielo esta libre de maldad ahora vas a darme la alegría las sonrisas y los llantos un motivo para creer que existen los milagros XV

Cruz de sal Eres mi final amargo mi camino sin retorno la respuesta sin pregunta cruje mi corazón por tus silencios cruz de sal agua de mar para sanar XIV

Para Luis Rosas marchita Hojas del viento Muerte de juventud Socio del desierto Alma de diamante XIII

Silueta A veces te imagino Espiando en mi ventana Esperando no sea sueño Entre el cielo el suelo Dónde quedó tu silueta Que mató mis sentimientos A una vuelta de rusa ruleta XII

Marchita Soledad tan engañosa Tan disfrazada y dolorosa No me la traigas de nuevo Se marchitó en el invierno XI

Brillas Sol mío Ángel para un final Brillas como nunca Corazón de diamante Que también me hace brillar X

7 El número del infierno Del llanto y los lamentos De mi cumpleaños imperecedero De tus labios el fin de su fuego IX

Palabras No sobran, no abundan Son frías y duras El viento se las ha llevado Cómo a tu memoria el verano VIII

Cielo Llorar sin lágrimas Porqué se han perdido en el cielo Ahora han formado un lago Donde mueren mis recuerdos VII

Cristal Tú perdición El obstáculo entre los dos Tus delirios y caidas Tú final 4 llamadas pérdidas Dos pisos rojos Lágrimas de cristal Que no fueron a parar al mar VI

Sur Sur o no Sur Es esta la cuestión Tedio y desolación O alegría para el corazón Sur o no Sur Dónde los viñedos se combinan con smog Dónde yacen la democracia y la represión Las grandes Alamedas y el Estadio Nacional El lugar ideal al cual cantar Sur o no Sur Cuecas, empanadas y vino Poesía, antipoesias y Roberto Bolaño Mi segunda casa el resto de mis años Sur o no Sur Las minas de cobre La Internacional para marchar El doctor Salvador para soñar Sur o no Sur Que norte no se quedará Santiago de Chile Has de La Sebastiana mi hogar De Isla Negra mi santuario De Nicanor Parra mi mentor De las noches estrelladas mi rason Y del crepúsculo de Neruda mi corazón V 11/09/1973 a 11/09/2014 Al fin se abrieron las grandes alamedas

Ella Silenciosa se ha ganado un lugar Y ha reemplazado la tristeza El aburrimiento fatal Ella, mi musa de Arrabal Con la gracia y la sonrisa De cristal Con la alegría de la vida Me salvó de mi final IV

Sueño Soñé con el sol Soñé con la Luna Soñé las estrellas Y ni entre tanta belleza del cosmos Fui tan feliz como cuando Por accidente soñé con ella Volviendo a su forma A su belleza eterna III

Himno de mi corazón Lo que fuiste, fuiste Las huellas no se borran El amor perdurará Cual fantasía imperecedera Ahora serás el susurro del viento Que renace en el alba La estrella distante Que me guía a mi encrucijada Con el dolor en fragmentos He de cantar para ti El himno de mi corazón errante Para que vuelvas a mi II "Mi vanidad y mi nostalgia han armado una escena impo sible" Jorge Luis Borges en a Leopoldo Lugones en "El Hacedor"

Ofertorio Ahora que las aves pudieron cantar No tiene caso ya que canten Ni que las rosas sean bellas Ni que termine este invierno Ha sido un sacrificio Él que ha revivido la primavera Ofreciste tu sangre para que se hagan ríos Ofreciste ya tus venas, raíces perfectas Has perdido tus ojos, brillante sol de mañana Tu voz se esfumado y de los mirlos es canto Te ofrezco ahora yo poesía Como doloroso lamento Ahora que te has marchado Ya no se ni lo que siento I