El final de Graciela

Para G.

Dos cruces inician este panegírico texto
cruces de sal quemadas entre las pascuas
ojos de azúcar perdidos por un rio de llantos
cosechas puras como sus doradamente oscuros cabellos.

Que cosa más bonita ha sido contemplarte por los años
silencioso creciente amor de muchos veranos
apartada de mi lado has estado el tiempo debido
apartada de mis labios has perecido como has querido.

Ningún dolor borrara lo suave de tu amor cordial
lo dulce de tu sabor matinal
lo crudo de tu roce colateral
y lo agitado de tu jovial corazón.

Yo sigo recordando todo como si no hubiera ayer
recuerdo las guirnaldas y los bellos jacintos
la primavera y el desastroso invierno
de mis cantos abyectos.

Alumbraras ahora mi camino una vez más
para perdonar cada instante sufrido
para terminar lo que esta ya perdido
para comenzar lo que no hemos vivido.

Tu me has dado una graciosa explosión
una pérfida perdición
unas bodas de sangre
y una granada insabora

Yo te he dado 11572 versos
más de 583 estrofas
unas 28 prosas
y más de un millón de lágrimas.

No tenemos derecho de vivir en paz
no tenemos huesos ni carne real
no seremos genios de la eternidad
somos solo dos seres más de la humanidad.

Piérdete en mis horas de ternura.